"Nos respira en la nuca"
A algunos les llega muy pronto, y a otros muy tarde. Pero a todos, salvo que verdaderamente existan los vampiros, nos llegará ese vacío desconocido de tiempo y espacio ¿Y qué hacemos con el duelo?
Hola queridas y queridos, qué emoción poder saludarles otro domingo.
La muerte es esa sombra que siempre está pero que nunca vemos. Nos respira en la nuca, como diría Patricia Fernández sobre la pobreza. A algunos les llega muy pronto, y a otros muy tarde. Pero a todos, salvo que verdaderamente existan los vampiros, nos llegará ese vacío desconocido de tiempo y espacio.
Si Dios existe, me imagino a la muerte tomándole la mano y diciéndole: “Este sí, este no, esta me gusta, este me cae mal, aquella que sufra unos añitos más y luego me la llevo”, como si fuéramos unos títeres a los que les cortan los hilos y caen directo a una fosa. Y como la muerte es indescifrable, la gran pregunta es ¿Cómo atravesamos el duelo quienes seguimos vivos, extrañando, llorando, padeciendo la pérdida de algún ser querido que ya no está?
Hace unos días mi prima estaba hablando sobre la muerte de su papá, que murió hace poco y repentinamente (para ella, porque le contaron tarde que estaba enfermo). Un mes después de la muerte, y el duelo, que para ella ha sido particularmente duro, salió una noche a tomarse una cerveza y distraerse un poco de esa maraña de cables negros que es el duelo.
Publicó una historia, porque para ella había sido un logro salir de su casa sin culpa, y un familiar le escribió a su mamá para preguntarle por qué estaba en un bar, por qué había publicado esa historia y que la borrara “porque la gente iba a pensar que estaba feliz”.
Yo me pregunto, ¿que acaso no se puede ser brevemente feliz en medio de la tristeza? ¿que acaso el duelo es hacerle ver a todos que nos queremos morir porque esa persona que se extraña a diario está muerta? ¿que acaso el duelo tiene que vivirse como una pauta socialmente impuesta o no es duelo?
La literatura y la vida me han demostrado que el duelo es un golpe que desgarra y aprieta y se transforma en un hueco que no te suelta por mucho tiempo. Cada quien sabrá sobrellevarlo (o no) como pueda, por el tiempo que sea necesario. En esta reflexión de domingo solo pienso que respetar el duelo ajeno es aprender a vivir en sociedad.
Una lectura para recomendar: Hablando de duelos, la literatura me ha acercado más a la idea de la muerte (desde distintas miradas y enfoques). En una columna, la escritora chilena María José Navia reflexiona sobre la muerte y el duelo como eje temático para la escritura.
En el texto, Navia mencionó algunos libros (algunos los he leído y otros los tengo pendientes), así que si les interesa, pueden escoger varias de sus recomendaciones (Yo, por ejemplo, he leído a Anne Carson, Julian Barnes, Chimamanda Ngozie Adichie y Edgar Allan Poe, pero con su columna me dieron muchas ganas de leer Interestatal de Stephen Dixon).
Una frase que me emociona: El arranque de esa columna me hace mucho sentido. Se los dejo acá para que no dejen de leerlo si les da flojera hacer click al enlace.
“Dicen que los temas en la literatura son pocos y que luego sólo tenemos variaciones sobre ellos. Hace algún tiempo, Alejandro Zambra dijo incluso que se trataba de uno solo: pertenecer. Yo a veces también creo que es uno, pero otro: perder.
Perder y perderse.
Perder un amor, un país, el sentido. La vida.
Los libros serían entonces una forma de explorar aquello que perdemos. Una forma de hacer duelo por lo que ya no está”.
María José Navia
Columna “Las vueltas de un duelo”.
Un lugar para volver: Tengo toda la semana con un antojo gigante de Shakshuka. Son tan ricos esos huevos en salsa de tomate (pasta de tomate, si son venezolanos)🍳. Volvería sin pensarlo a Dr. Shakshuka, un local de comida en Jaffa-Tel Aviv, el lugar donde probé este plato por primera vez y me fascinó. El local y su dueño son famosos, así que les dejo una reseña que encontré.
Como ahora no es buen momento para ir a Israel, les comparto una receta de @lorena.salinas que me pareció fácil y rica. Si no quieren cocinar, y están en Santiago, hace poco comí unos en @puelo.cafe y no sabían igual, pero estaban bastante bien.
Un link: ¿Les gusta Selena? Yo la amo. Maldita Yolanda (que podría quedar en libertad el año que viene, pero esa es otra historia). El tema es que si también quieren a Selena, van a amar este cover de Kali Uchis. Me encanta cómo hizo suya esta canción, sin dejar de rendirle tributo a Selena. Además, ¿Quién no ha cantado “Si una vez”, bailando como el niño tía?
Ya saben, vivan con ganas y quieran a los suyos.
Nos leemos pronto, pásenla bien y cuéntenme en mi Instagram qué les pareció este texto.
Saludos,
Manuel