Un matrimonio y mucho amor
Hay relaciones que no necesitan años para ser importantes y duraderas.
Hola queridas y queridos, qué emoción poder saludarles.
Hoy quiero volver a invertir palabras en las amistades. Hace unas semanas fue el matrimonio de una de mis mejores amigas en Chile. A la Montse la conocí por casualidades, por un amigo que en plena pandemia me invitó a una clase online que ella organizó con la Nona Fernández.
El punto es que yo a la Montse no la conocía antes (aunque mucha gente la conoce por sus novelas, sus columnas en medios, sus talleres de lectura y escritura, etc) y de un momento a otro, sin darnos cuenta, nos volvimos inseparables.
Nos hemos consolado mientras lloramos por desamor. Nos hemos acompañado a eventos donde el otro tiene que presentar un libro o moderar un seminario. Hemos ido a comidas con “personalidades” donde alguno de los dos no quiere ir solo. Hemos estado juntos en el sofá de su casa mientras ella trabaja y yo leo, o viceversa. Ella me presentó a su familia y yo le presenté a la mía. Hemos dormido en la misma cama, como si nos conociéramos de toda la vida, viajado a varias ciudades de Chile, y sin planificarlo tomamos el mismo avión para volar a Madrid. Tenemos una complicidad que he desarrollado con muy pocos amigos.
Ella (y yo también, tengo que decirlo) es muy intensa. Vive su vida sin privarse del deseo. Y cuando conoció a su ahora esposo se enamoraron con locura, al punto que a los 15 días ya estaban comprometidos. Supongo que eso es amor, ¿o no? No lo sé ni me interesa analizarlo, pero si nuestra amistad ha funcionado tan bien con ese nivel de intensidad ¿por qué no su matrimonio?
Al principio me pareció una locura, pero a medida que conocí a su esposo y vi cómo fueron haciendo proyectos juntos, pude ver las etapas de su amor. Me hace feliz verla feliz y basta con eso para desearle que sea así para siempre.
Una lectura para recomendar: “La última ceniza”, el primer libro de la Montse, que fue reeditado el año pasado y estoy leyendo ahora. Habla sobre el amor y la violencia de género.
Una frase que me emociona: Del poema “La pasión” de Cristina Peri Rossi y que nos aprendimos porque nos encanta.
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Un lugar para volver: Le bistrot, un restaurante de comida francés donde nos conocimos en persona, para una reunión del taller de cuentos que ella dicta (todos los martes de 19:00 a 21:00 horas) y que se convirtió en un clásico para juntarnos con nuestros amigos. También Barrio Yungay, que fue elegido como uno de los 10 barrios más cool del mundo y un artículo del New York Times también lo recomendó hace unos meses, destacando el pasaje donde la Montse tiene su nueva casa familiar.
Un link: Hace poco quedé viudo de series y me mandaron este link con las mejores 50 series del siglo, según The Hollywood Reporter. Elijan su maratón.
Así como la semana pasada quise escribir sobre mis amigas del colegio, hoy les envío este texto porque hay amistades (o amores) que no necesitan años para ser importantes y largos. Ya saben, vivan con ganas y quieran a los suyos.
Nos leemos pronto, pásenla bien y cuéntenme en mi Instagram qué les pareció este texto.
Saludos,
Manuel


